Sígueme al fin de los tiempos donde ni el cielo ni el purgatorio sabrán de nuestra existencia, seremos ladrones de fantasías y pecadores por la pasión de recorrer pasajes prohibidos dejándonos llevar solo por el deseo, no nos rindamos en nuestra búsqueda por el infinito y miremos el futuro como un juego lleno de estrategias para descifrar el ayer y no hacer lo mismo hoy.
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